Después del tratamiento farmacológico, los enfermos de
Adenoma prostático que han seguido desarrollando la enfermedad, tienen que
recurrir a la cirugía. Dentro de las
opciones quirúrgicas para los pacientes de Hiperplasia Benigna de Próstata, o
hipertrofia, destacan generalmente como las técnicas más avanzadas y que
presentan menos complicaciones o efectos secundarios, las conocidas como
cirugías láser para la próstata.
Desde que se empezara a utilizar el láser de forma
experimental en animales, a mediados de los años 60 del siglo pasado, se ha recorrido
un largo camino. El desarrollo de esta
tecnología mínimamente invasiva ha sido
posible gracias al desarrollo en laboratorios de fibras más pequeñas y
flexibles, que han creado herramientas que han hecho posible una revolución en
cirugía prostática (como ejemplo, los ureterrenoscopios flexibles que permiten
llegar hasta los riñones para realizar litiasis). Los
láseres actuales son compactos, potentes, y sobre todo muy efectivos y con costes de compra y mantenimiento asequibles,
cualidades que han acercado esta técnica a muchos hombres con problemas de
próstata.
La utilidad del láser no se limita solo a Hiperplasia, o
hipertrofia de próstata, sino que se está utilizando en otras patologías del sistema genito-urinario
masculino , como son litotricia, oncología urológica, soldadura de tejidos o
estenosis. Igualmente, tiene aplicación
exitosa en otros campos de la cirugía como oftalmología, cirugía estética,
ginecología, oncología, y otros.
Al tratarse de
operaciones menos invasivas que las tradicionales resección , prostatectomía o extirpación de la próstata que se llevan a cabo mediante
una incisión, las operaciones que utilizan algún tipo de láser , suelen
presentar mejores y más rápidas recuperaciones en los pacientes
prostáticos.
Los resultados de la cirugía láser suelen notarse más
lentamente que cuando se realiza una prostatectomía , y los riesgos suelen ser
menores. La opción de operar con láser, no siempre es viable , pues dependerá
del tamaño de la glándula prostática, el estado de salud general del paciente, el
hecho de disponibilidad del tratamiento en su centro medico, el coste, que el
paciente padezca otras patologías, etc.
El láser minimiza los riesgos en las operaciones de
próstata, si bien como cualquier intervención quirúrgica, no están exentas
totalmente de ciertos peligros, aunque
en general los efectos secundarios ( impotencia, sangrado, eyaculación
retrograda, falta de libido , incontinencia ) suelen ser menores que en
operaciones más invasivas.
Una vez que nuestras molestias, si sufrimos adenoma de
próstata, no se reducen con el uso exclusivo de fármacos y adoptando hábitos
saludables , especialmente en nuestra alimentación, comiendo alimentos que
favorecen el funcionamiento equilibrado de nuestra próstata, la operación con
cualquier tipo de láser es una opción muy interesante. Después, tanto en el periodo de
recuperación como posteriormente, debemos de seguir con hábitos saludables para
nuestra próstata, pues la enfermedad puede reaparecer pasado un tiempo, y
nuestro cuerpo y nuestras costumbres anteriores han demostrado que somos
proclives a padecerla.
Muchas gracias de nuevo por leernos, ¡¡ Un Saludo !!
PD: www.dprostata.es
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