¿PRÓSTATA AGRANDADA?

Se conoce con el nombre de próstata agrandada la dolencia crónica que en medicina se denomina Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP) o Hipertrofia Benigna de Próstata. Junto con la prostatitis o inflamación de la zona genitourinaria son patologías benignas de la próstata.

En lo que a Hiperplasia o Hipertrofia Benigna se refiere, la ciencia médica no ha conseguido identificar las causas exactas del inicio y desarrollo del agrandamiento de la próstata, en cada uno de los casos particulares de hombres que las sufren.

HBP


La evidencia indica que la edad del varón es uno de los factores importantes. Aproximadamente un 50% de hombres mayores de 50 años sufren hiperplasia o hipertrofia prostática. A los 80 años, este porcentaje puede aumentar hasta el 70% de los hombres. Otros factores, como antecedentes familiares (hombres de nuestra familia que se han visto afectados), el hecho de tener testículos funcionales (se ha demostrado que jóvenes que han perdido sus testículos nunca llegaran a desarrollar la enfermedad), el factor de raza (los negros americanos sufren mas la enfermedad que otras razas que conviven en el mismo hábitat), y por supuesto, el hecho de tener unos hábitos saludables (algunos vegetales ricos en fitoestrógenos, aportan elementos que son muy importantes restableciendo el equilibrio en la próstata, y favoreciendo nuestro sistema inmunológico).

Está demostrado que algunas comunidades donde se consumen vegetales que favorecen la salud prostática (por ejemplo, el consumo de calabaza en algunas zonas del este de Europa) padecen tasas mucho mas bajas que la media. Igualmente, en otras zonas, las tasas de hombres que padecen la enfermedad se dispara cuando sus hábitos son perjudiciales (por ejemplo, el excesivo consumo de cerveza en algunas zonas de Australia).

Muchos hombres, a pesar de haber desarrollado un agrandamiento de su próstata, no sufren sus síntomas, o lo hacen de una forma leve, lo que no evita que puedan llegar en un momento a sufrir complicaciones más serias de la próstata agrandada, como una retención urinaria severa o una infección por residuo miccional.

Además de los factores de riesgo mencionados anteriormente, hay evidencias de que el proceso por el que la próstata se agranda, está relacionado con desequilibrios en las hormonas. La disminución de la hormona masculina llamada testosterona, y el aumento de estrógenos, crea un desequilibrio que favorece el incremento del tamaño y número de las células que forman nuestra próstata. Diversos estudios han demostrado que además de este aumento, la apoptosis o muerte celular de las células antiguas se ve afectado, por lo que las células viejas no desaparecen como deberían. Este desequilibrio entre andrógenos (hormonas masculinas que disminuyen), y estrógenos (hormonas femeninas que aumentan con la edad del hombre), se sospecha que puede estar también en el desarrollo de otras dolencias relacionadas con la edad (diabetes, obesidad, riesgo cardiovascular).
Igualmente, favorecido por la edad, se produce un aumento de la tasa de conversión de la hormona masculina testosterona en Dihidrotestosterona (DHT), por acción de la alfa 5 reductasa (enzima que interviene en el metabolismo de esteroides, andrógenos y estrógenos). La acumulación de Dihidrotestosterona favorece la proliferación de células prostáticas, que conducen a la hipertrofia benigna. Diferentes estudios relacionan el aumento de Dihidrotestosterona con la alopecia androgénica, por lo que algunos investigadores han vinculado el uso de los medicamentos que bloquean la DHT, con el retraso de la calvicie. Igualmente, productos naturales como las semillas de calabaza, parece que poseen un efecto completamente natural bloqueante del proceso que transforma la Testosterona en Dihidrotestosterona.

Otra enzima que parece intervenir en el desequilibrio andrógenos/estrógenos, es la aromatasa, pues al parecer, favorece la transformación de testosterona en estrógenos, que como hemos dicho son hormonas de carácter feminizante, que favorecen el desarrollo del tejido prostático.
Puesto que los estudios no concluyen cual es exactamente el proceso que deriva en el aumento del tejido prostático que presiona la uretra (tubo por el que orinamos, que discurre entre la vejiga y el pene, atravesando la próstata verticalmente), intuimos que no hay solo una causa para el desarrollo de la hiperplasia, sino que es la intervención de varios de estos factores, cada uno en mayor o menor medida.


Es importante ponerse en manos de un especialista cuando aparecen los primeros síntomas, quien determine un diagnostico y un tratamiento que aminoren los síntomas y retrasen la evolución  de la enfermedad.

Paralelamente, sea cual sea el desarrollo de la enfermedad, es aconsejable abandonar hábitos perjudiciales (tabaco, alcohol, sedentarismo), cambiándolos por hábitos que retrasen o frenen la evolución de la enfermedad y ayuden al tratamiento médico, caso de que lo hubiera. La dieta es un factor de máxima importancia, y consumir alimentos que refuercen nuestro sistema inmunitario y aporten elementos o minerales que ayuden a la salud prostática son costumbres fáciles y efectivas a largo y medio plazo.

Es importante destacar que no debe abandonarse nunca el consejo medico.


Gracias de nuevo por leernos ¡¡ un saludo !!

PD:     www.dprostata.es

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